Esta vez fue el mar quien vino a visitarme
me trajo el latir lánguido de tardes de verano,
salobre palpitar de un furtivo fuego de agua
Llegó a escondidas, a susurrarme palabras
en el oído,
de un lenguaje ajeno
que me prendía,
lamía mi oído como un amante,
tierno lamento abatido en mi cuello..
Esta vez no quise retener la nostalgia,
sus matices grisáceos, cenizas de cuerpos que se
fueron,
se deslizaron sin colgarse por mi piel..
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