cotidiano de otoño
Están mis dedos llenos del tacto
que sutilmente roza tu piel
y mi abrazo encubierto en minúsculas partículas flotantes,.
Hoy amanecí queriendo subir a los árboles y trepar
como enredadera ascendente por sus ramas,
entremeterme como sol entre las nubes
y colarme por tu ombligo y tu cadera..
Fútil equilibrista en tu columna,.
amazona desmesurada de placer,.
Hoy quise,. y fui, y el tiempo es como el viento,
y como el río,.
y esta el otoño que de un soplo,
borra mi suspiro y tu entusiasmo,
y de un salto,
me quedo al otro lado de tu abismo..
y brotan las paredes y los muros
y la casa es
un laberinto de entuertos y desaciertos,.
se pierden tus ojos en la frondosidad
y mi alma se esconde bajo la lluvia,
y ya no somos dos, sino tres y cuatro,
y se me olvida,.
que hallé tus ojos de hombre incesante
que tu cuerpo me calma y me abrasa, me brota la risa en mi vagina,
y me cubre como un manto
tu calidez,.
que a penas descubrí la brújula
que hay en mi
sino hubiera sido por la
sensatez que hay en ti
